Nephila clavipes

Nephila clavipes es una de las arañas tejedoras más grandes que existen en la actualidad; las hembras construyen telarañas verticales de más de un metro de diámetro, formadas con un hilo dorado, que es el material fibroso de mayor resistencia que se conoce.

La hembra mide entre 2 y 4 centímetros y se caracteriza por presentar un abdomen cilíndrico y alargado de color anaranjado con puntos amarillos. El prosoma es plateado, y las patas poseen bandas amarillas y marrones, con algunos mechones de pelos.

El macho, por el contrario, es pequeño, menos de un centímetro, y poco llamativo, de color amarronado. Habita solitario o en pequeños grupos en la periferia de las redes tejidas por las hembras, alimentándose de los pequeños insectos que aquélla desprecia.

El ciclo vital se completa en un año. Las hembras son receptivas sólo 48 horas tras la última muda, ya que la cutícula no se ha endurecido aún y permite la cópula. La puesta consta de al menos dos sacos de huevos con varios centenares cada uno. A pesar de la enorme diferencia de tamaño, o tal vez por eso, la hembra no suele devorar a los machos después de la cópula.

La telaraña se construye en varias fases y con dos tipos distintos de seda: una más resistente, y que constituirá el soporte, y otra más pegajosa, que se encargará de impedir la huida de los insectos que topen con ella. Los hilos de esta última seda son sustituidos cada dos días para que siempre estén en perfecto estado.

Esta especie muestra una curiosa forma de defensa: "puesta en el centro de la tela, la agita con violencia hasta que adquiere un movimiento vibratorio tan rápido que llega a hacerse invisible el cuerpo de la araña." (Darwin, "El viaje del Beagle").

Se distribuye por las áreas neotropicales de América, desde el centro de Norteamérica hasta casi toda Sudamérica, incluyendo el Caribe. Normalmente aparece en ambientes húmedos y abiertos.

Rev: marzo-11