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Oso pardo Ursus arctos Linnaeus, 1758

Ursus arctos Linnaeus, 1758

Ursus: {lt, ursus}, oso.
arctos: {gr, arktos, ou}, oso.

Diccionario etimológico de Pedro Romero

El oso pardo es, después del oso polar, el carnívoro terrestre más grande. Existen diversas subespecies en distintas regiones del hemisferio norte, siendo el kodiak de Alaska la más imponente (Ursus arctos middendorffi).

El oso es un animal plantígrado, es decir, que al andar apoya el peso de su cuerpo sobre las plantas de sus pies. Es corpulento y musculoso, con una cabeza pequeña en relación con el resto del cuerpo. Su peso varía mucho entre las subespecies y depende de la abundancia de alimentos en cada época, pero supera con facilidad los 200 kilogramos en los machos, siendo las hembras algo menores.

El oso kodiak de Alaska puede superar los 400 kilogramos y los 130 centímetros de altura en los hombros

Presenta una coloración muy variable, que va desde el negro a tonos amarillos claros, pasando por toda la tonalidad de los marrones. Los osos mudan completamente el pelaje a partir de junio.

Es un animal solitario que recorre continuamente un vasto territorio. Su régimen alimenticio es muy variado. Caza y pesca con facilidad, y le encantan una gran cantidad de productos vegetales.

El celo tiene lugar entre el final de la primavera y el principio del verano. En las hembras se produce la llamada "ovulación inducida", de manera que la cópula provoca la ovulación, aumentando las posibilidades de quedar fecundada. La implantación del óvulo es diferida, es decir, que su desarrollo no empieza con la fecundación, sino siempre en el otoño, cuando se implanta en la placenta. La gestación dura unos dos meses.

Gracias a todos estos mecanismos, el parto tiene lugar en enero, durante la hibernación, en el interior seguro de la osera. Las camadas constan de entre uno y tres oseznos, que son atentidos por su madre durante aproximadamente un año y medio.

El oso pardo no cae en letargo, simplemente duerme, consumiendo las enormes reservas de grasa que tiene acumuladas.

En la Península ibérica, el oso pardo está en grave peligro de extinción. Solo quedan unos pocos ejemplares en la Cordillera Cantábrica y en los Pirineos. La población asturiana se estima en solo 80 individuos, localizados fundamentalmente en el Parque Natural de Somiedo y en Cangas del Narcea.

Rev: septiembre-10

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