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A. Elementos visualizados en la pantalla

Este apartado recoge cuestiones relacionadas con la capacidad visual del usuario frente a los objetos que se muestran en la pantalla: ventanas, textos, iconos, menús, botones, etc. Las herramientas utilizadas para la valoración se elegirán de acuerdo a la capacidad visual del usuario:

  • Usuario con baja visión: se recomienda realizar la valoración sobre un entorno de ventanas (WINDOWS). Si el usuario tiene lecto-escritura se empleará un procesador de textos, agrandando el tamaño de la letra hasta que es usuario la reconozca sin problemas. La valoración de los colores se puede realizar sobre un programa de dibujo cambiando el color de fondo/letra. También se puede utilizar un programa de magnificación de pantalla, realizando la valoración del tamaño sobre un elemento textual y la valoración de los colores sobre los iconos en pantalla.
  • Usuario con ceguera total: hace falta determinar su capacidad para leer el sistema braille, lo cual puede hacerse sobre una hoja de papel con un texto en braille, y para comprender mensajes orales producidos por una síntesis de voz. Se puede emplear en la valoración un lector de pantalla junto con una síntesis de voz o una línea braille.
  • Usuario con restos de visión: para determinar la elección entre ayudas para baja visión y ayudas para ceguera se recomienda comenzar la valoración empleando un programa de magnificación de pantalla.

Cuándo debe valorarse

El uso de ordenador implica que el usuario debe ser capaz de recibir la información que se visualiza en la pantalla. Por tanto, es obligatorio completar este apartado para cualquier usuario con limitaciones visuales. Cuando el usuario tenga ceguera total deberá completarse este apartado para determinar su capacidad en el reconocimiento del sistema braille y de mensajes orales. Por otro lado, si el usuario tiene restos de visión habrá que determinar su capacidad visual frente a una amplificación de los elementos visualizados en la pantalla.

Qué se valora

En este apartado se valoran cuestiones relacionadas con:

  1. Visión funcional.
  2. Grado de amplificación.
  3. Percepción y seguimiento del puntero del ratón.
  4. Percepción del cursor de escritura.
  5. Percepción de colores y contraste.
  6. Capacidad en la comprensión de mensajes orales y táctiles.

El primer punto que se valora es la funcionalidad de la visión, logrando diferenciar entre:

  • Usuario con ceguera total:
    • no puede ver ningún objeto
  • Usuario con baja visión no funcional:
    • no puede trabajar cómodamente mirando la pantalla porque sólo capta una pequeña parte, por ejemplo, usuarios con visión periférica
    • no puede fijar la mirada el tiempo suficiente para hacer un reconocimiento del objeto, por ejemplo, usuarios con lesión cerebral
  • Usuario con baja visión funcional
    • reconoce cómodamente los objetos en pantalla aunque necesite amplificación

Para los dos primeros casos quedará por determinar si conocen el sistema braille o son capaces de discriminar relieve mediante el tacto. (Debido a problemas en la sensibilidad, algunas personas tienen dificultades en el reconocimiento táctil de los pequeños puntos del sistema braille, por ejemplo, personas con lesión cerebral.)

También habrá que determinar si puede comprender mensajes orales emitidos por una síntesis de voz. Téngase en cuenta que la primera vez que se trabaja con el braille o con una síntesis de voz resulta complicado el reconocimiento, por lo que deben realizarse varias pruebas.

En el último caso, usuario con baja visión funcional, se valoran todas las cuestiones relacionadas con el tamaño, los colores, el puntero del ratón y el cursor. Se debe estimar el tamaño mínimo de letra que el usuario reconoce sin problemas; este tamaño determinará la solución de magnificación más recomendable para el usuario o si es preferible el uso de un lector de pantalla.

En cuanto a los colores, hay que determinar la gama que es capaz de reconocer y la discriminación de contraste entre letra/fondo.

Por último, se valora la visión del puntero del ratón y del cursor de escritura, así como el seguimiento visual del puntero.